La exposición propuso una revisión histórica y un recorrido por el presente para explorar los programas de diseño y comunicación de los dos juegos Olímpicos latinoamericanos México 68 – Río 2016, con una diferencia de casi cincuenta años entre si.

La exhibición analizo las creaciones en diversos ámbitos; ediciones, fotos, planos, uniformes, enseres, recintos deportivos, ambientación de espacios públicos, que colocados frente a frente nos permitió conocer que permanece, que se ha trasformado y cuales son nuevas las posibilidades que ha traído la tecnología del siglo XXI.

Una celebración de juegos olímpicos supone la creación de ambiciosas propuestas estéticas que acogen contemporaneidad y cultura propia. Los diseñadores imaginan lenguajes de alto impacto y una estructura de difusión que impregne a los atletas, visitantes, habitantes de la ciudad y televidentes del mundo de la fiesta olímpica.

Los equipos creativos trazan sus estrategias de posicionamiento visual para dar solución a una comunicación mundial, que abraze a todas las razas y credos, en un mismo sitio y en un solo momento. Vivir una fiesta de la humanidad genera toda clase de expectativas, la exposición nos lleva paso por paso a la creación de los elementos que dieron vida a México 68 y hoy a Río 2016.

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